viernes, 4 de abril de 2014

COMENTARIO DE ROSA FORTUÑO SOBRE LA “PRIMERA COMUNIÓN”





Este año las clases del profesor Amador Antón en la Uned Senior se engloban bajo el título de “Filosofía de las religiones”. Al exponer las líneas generales del programa sugirió que en cada clase un alumno podría intervenir para aportar algún comentario relativo a las materias objeto del curso. Respondiendo a esta invitación, el pasado 24 de marzo Rosa Fortuño habló desde diversos puntos de vista de la “Primera Comunión”. Inició su intervención recitando una poesía por ella compuesta, cuya primera parte refleja las emociones experimentadas por los nuevos comulgantes:


“¿Qué bello se presenta el día
el día que tanto soñaste!
¡Ese que no se repite
con esa emoción tan grande!
¡Cuántas promesas albergas
en tu corazón de infante!
¡Cuánta emoción en tu pecho
para recibir al Dios grande!
..........................................
Tu corazón tiene un nido
para Dios cobijarse
y tu alma debe ser limpia
para que orgulloso se instale”

En la segunda parte del poema, Rosa Fortuño comenta en primer lugar, con cierta ironía, algunos detalles de la fiesta, para resaltar en las últimas estrofas lo rápidamente que se olvida el auténtico valor de la celebración:

“Sí, la iglesia estaba llena 
disfrazados los mayores      
            con atuendos que no les van
            Los zapatos que les aprietan
            y no los pueden aguantar.
            Mil potingues en la cara
            y ... se olvidan de rezar.
            Mas ¡ya pasó el día grande!
            ¡El día de la ilusión!
            ¡Ya pasó todo el jaleo
            de la Primera Comunión ...
            y la iglesia está vacía.
            ........................................
            ¡Cuántos cristianos falsos
            por querer aparentar!
            ¡Cuántos niños infelices
            cuando cuenta ellos se dan,
            de que todos sus mayores
            no obraban con verdad!”

Rosa Fortuño cerró su intervención señalando algunos de los retos a los que deberán enfrentarse los niños que toman la Primera Comunión al hacerse mayores.